Como toda cocinera que se precie, alguna que otra vez tengo una pequeña ayudante y lo de pequeña no lo digo por disminuir su capacidad laboral, sino, que es pequeña de edad. Tan solo tiene cuatro años y desde que tenia dos me ayuda en la cocina. Es increíble lo que le gusta cocinar, tiene grandes cualidades. Simplemente lo lleva en la sangre y le nace de dentro. Le pongo una silla para que pueda llegar y nos ponemos manos a la cocina.
-Gú, ¿te pelo los saajos?
-Sí, pero ten cuidado.
-¡Gú, dame que corte las papas!
-Eres pequeña y te vas a cortar con el cuchillo
-No, yo tengo cuidado.
-¡Vale!.
Me sorprende como coge la tabla, coloca las patatas en rodajas y las corta al bastón, todas casi iguales, colocando los dedos hacia dentro para no cortarse.
-Ahora Adelilla tienes que irte de la cocina, porque vamos a poner el aceite y no quiero que estés cerca.
Ella coge y sin más se vá. Sabe que no puede estar porque puede quemarse.
Es increíble que una niña tan pequeña sepa tanto. Nadie le ha enseñado, nadie le ha dicho qué y como tiene que hacerlo, su interés por aprender la hacen una de las mejores ayudantes de cocina. Espero que cuando sea mayor sea una de las mejores cocineras.
Hoy me vais a perdonar que no ponga una de mis recetas, pero hoy vá dedicada a mi ayudante de cocina ADELILLA.
